Desempolvando (febrero 2006)

He despertado del abismo, he visto el mundo desde el horizonte y el amanecer en todo su esplendor, nada me regocija más que el aire puro que se respira en las lejanías de la ciudad, nada me llena más que poder olvidar todas mis penas y temores y concentrarme en el paisaje; pero; hoy todo es diferente, los bosques ya no son frondosos e impenetrables ahora son llanuras desoladas que suplican mi atención y estremecen mis más terribles emociones, los indicios del hombre son una huella implacable que arrasa con todo y no deja nada a su paso, manipulados por la codicia y cegados por sus propios intereses, la impotencia que ahora siento es tan grande como el daño que hemos causado, no puedo excluirme, se que soy parte del problema mientras no me esfuerce por conseguir una salida pero también soy parte de la solución, ahora mi destino es escoger y mostrarle al mundo esa ventana que no quieren conocer porque prefieren cerrar los ojos ante esa cruda realidad, eludiendo que detrás de este mundo perfecto de lujos y comodidades se esconde un entorno de destrucción masiva de de la biodiversidad conduciéndonos a un camino de adversidades y fatalidad, no es necesario transportarse en el tiempo para darse cuenta de los secuelas de la intervención humana solo es necesario despertar, pensar en el futuro, eliminar nuestro egocentrismo como ente dueño y señor de este planeta y ver el mundo desde el horizonte que vislumbra la realidad para poder seguir viendo el amanecer en todo su esplendor.